Martín Sabbatella no sólo es el máximo referente del partido Encuentro por la Democracia y la Equidad (EDE) sino también uno de los exponentes más importantes, junto con Fernando "Pino" Solanas, de la centroizquierda nacional. Se presentó en las elecciones legislativas del 28 de junio encabezando la lista de la alianza bonaerense Nuevo Encuentro y tras un desempeño más que positivo (5,56 por ciento de los votos) el próximo 10 de diciembre asumirá como diputado nacional por la Provincia de Buenos Aires. El jueves 24 de septiembre, casi cuatro meses después de ese histórico cuarto lugar, visitó el distrito de Moreno para inaugurar la sede del EDE en el barrio San José (Colombia 471). Allí, con un discurso correcto y transparente respondió a todo sin objeciones y destacó la experiencia del Frente Amplio en Uruguay como el modelo de progresismo a seguir. "(José 'Pepe') Mujica ha logrado la capacidad de unidad en la diversidad priorizando el trabajo en conjunto. Eso es lo que tenemos que hacer nosotros", enfatizó.
-¿Cuáles son las medidas que hacen falta en el partido de Moreno?
-Lo importante es ir construyendo esa democracia de proximidad y cercanía hacia el gobierno local. La Municipalidad no debe ser pensada como una sede prestadora de servicios básicos sino como un lugar desde donde desarrollar una estrategia a largo plazo. Ese gran desafío incluye pensar en la salud, la educación, la cultura, el deporte, la seguridad y en cómo construir un espacio público que sea democrático y que incluya a todos y todas. En Moreno, en Merlo, en La Matanza, en San Miguel, en Morón hay que proyectar el crecimiento sin dejar a nadie afuera pero siempre teniendo en cuenta la realidad, los potenciales y las características de cada ciudad para saber cuál es el punto de partida de ese plan de desarrollo.
-Morón logró bajar enormemente la inseguridad, ¿cuál es el plan para el resto de los distritos?
-Hay que tener una política concreta y activa, vinculada a través de una Policía bonaerense eficiente que pueda cumplir el rol de prevención del delito y que garantice seguridad democrática. También se la debe depurar porque los nichos de corrupción existentes dentro de la fuerza estan asociados a la política. Pero, además del aspecto interno, la seguridad tiene que ver con una cuestión integral. Más segura es una ciudad que incluye, que está bien iluminada, que tiene justicia y que por ende tiene futuro. En el caso de Morón, lo que hicimos fue tener una central de emergencia, el control de los patrulleros con GPS, contratar estudiantes de derecho para reemplazar al personal policial en tareas administrativas y también aplicar medidas en el espacio público, como políticas de iluminación, de recuperación y de inclusión social. Cuando se habla sobre la juventud perdida, de los chicos que delinquen, la reflexión también debe ser: ¿Por qué ese pibe de 12 años está en esa situación y no está tomando la leche, haciendo la tarea, jugando al fútbol o simplemente en su casa? Si no nos hacemos esa pregunta como sociedad, nunca vamos a entender la dimensión del problema y la inseguridad no se va a solucionar. Ese es nuestro gran desafío, que también está relacionado con la educación.
-¿El sistema educativo expulsa a los jóvenes?
-Hay una sociedad que expulsa y deja a muchos afuera, y la educación tiene un papel central en esto. Creo que la escuela pública tiene que volver a ser una herramienta democratizadora de conocimiento, de movilidad social ascendente, igualadora de oportunidades. Tiene que ser el motor del país que soñamos.
-Teniendo en cuenta el panorama político actual, ¿hacia dónde va la centroizquierda?
-Nuestra fuerza debe hacer un gran esfuerzo por construir un espacio común y de unidad, y después tiene que intervenir en el debate político para demostrar justamente cuál es el camino a seguir. En cómo interviene, en las cosas que dice y en los proyectos que plantea, está demostrando eso. No necesitamos una centroizquierda que mire cómo debaten los otros, necesitamos una centroizquierda que intervenga en la discusión para mostrar claramente que quiere políticas redistributivas y además para producir saltos cualitativos como lo que ha pasado con la ley de medios. Un proyecto que apoyamos y que se mejoró gracias a nuestra intervención.
-¿Qué le decís a los periodistas de los monopolios multimediáticos que presionan a los senadores para que no voten la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual?
-¿La verdad? Nada. Lo que está claro es que la concentración monopólica limita la diversidad, la palabra y las distintas opiniones. Entonces lo importante es poder avanzar y desconcentrar para que la palabra la podamos tomar todos. La libertad de expresión es un derecho fundamental para una sociedad justa. Yo no estoy a favor ni en contra de nadie. Creo que la ley tiene que ser realmente en post de la democracia y de la pluralidad, del respeto a la diferencia, y me parece que hay que trabajar profundamente para lograr eso.
-¿Es fundamental la política de alianzas para afianzarse en el poder?
-La centroizquierda tiene que tener una gran amplitud, siempre y cuando sea por fuera de los partidos tradicionales. No hay que caer en los atajos, en las alianzas con esos partidos que después terminan repitiendo las viejas políticas. Entonces hay que ser coherentes y al mismo tiempo tener los brazos abiertos y convocar. Saber que el espacio progresista no somos solamente nosotros, que también hay otros y otras en otros lados. Hay que poder tenderles una mano para encontrarlos y discutir con ellos aunque tengamos opiniones encontradas. Yo estuve en Uruguay hace poco y hace unos días me encontré devuelta con el "Pepe" (Mujica). La experiencia del Frente Amplio es eso: la capacidad de construir unidad en la diversidad priorizando el trabajo en conjunto. Me parece que eso es lo que tenemos que hacer nosotros.
-¿Qué diferencia hay entre el EDE y Proyecto Sur?
-Son más las coincidencias que las diferencias y me parece que debemos discutirlas en un gran congreso de la unidad de la centroizquierda antes que en los medios de comunicación. Con "Pino" nos une un sueño colectivo de construir un espacio común, nuevo y transformador. Podemos tener discrepancias, matices entre nosotros, pero tampoco hay que asustarse porque eso es natural. Lo que hay que hacer es poner por delante lo común, lo que hay que construir, y si todos tomamos conciencia de que esa unidad es más importante que las partes lo vamos a lograr. Porque solos no alcanza.
-Asumís en el mes de diciembre y te vas a encontrar con una Cámara opositora a tus ideales, ¿cómo vas a hacer para pelear en ese recinto?
-Vamos a pelear como siempre sosteniendo lo que pensamos y siguiendo una línea de conducta coherente entre lo que uno piensa, hace y dice. Me parece importante que haya muchos debates y también que se pueda ir más allá en varias cosas. Yo creo que estamos viviendo un proceso donde hay cosas muy positivas y tenemos que ser capaces de discernir lo que está bien de lo que está mal para sostener con fuerza lo que hay que apoyar y enfrentar también con convicción lo que hay que cambiar.
-Si ya estuvieras dentro del Congreso, ¿cuál sería el proyecto inmediato a tratar?
-La urgencia hoy es el blindaje social y me parece que la universalización de la asignación universal debe ser tratada cuanto antes. Si no se hace ahora lo seguiré pidiendo después. Es decir, hay que discutir esto cuanto antes para construir una nueva matriz productiva y redistributiva de crecimiento con equidad, y así poder proteger a los sectores vulnerables del impacto de la crisis.
